El COVID-19 no solo ha traído graves consecuencias a las personas sino que también ha hecho visible las deficiencias que tiene cada país en materia económica, política y social, desde la capacidad de gestión de las autoridades públicas y el gobierno hasta la cultura de la informalidad y la desidia de las personas ante esta crisis.
En ese contexto, estudios afirman que esta pandemia ataca con más fuerza a estados deteriorados por políticas neoliberales privatizadoras que dejaron de lado lo público precarizando la condiciones de vida de las mayorías, por lo que se ha puesto en discusión el modelo económico actual de nuestro país.
Para conocer los inicios del neoliberalismo en el Perú, es necesario remontarnos a fines de los 80, en que este modelo económico fue implementado en América Latina por el Consenso de Washington, un programa bautizado así por el economista británico John Williamson, como condición para que los organismos financieros multilaterales otorgaran créditos y ayuda financiera, y que consistía principalmente en la privatización de empresas públicas y la desregulación del mercado.
Para hablar de “neoliberalismo” conviene asumirlo en sus tres sentidos básicos: como un programa intelectual o conjunto de ideas, como un programa político con medidas de política económica, leyes y arreglos institucionales y finalmente como un modelo de sociedad, que surge como «proyección» de las reglas y requerimientos del mercado de competencia. [1]
Durante los 90, durante el gobierno de Alberto Fujimori nuestro país experimentaba una asfixiante hiperinflación de 7.649%, con una deuda gigantesca, y enfrentando los estragos de un conflicto social, por ello los recursos que se pudieran obtener del FMI y del Banco Mundial eran indispensables para evitar un colapso mayor, aunque estos condicionaran la aplicación de las medidas propuestas en el Consenso de Washington en el corto y mediano plazo, por lo que fueron vistas como un camino inevitable hacia un sistema capitalista moderno, que conllevaba a la promesa de mayor bienestar.
A pesar de que la economía fue recuperándose teniendo un crecimiento promedio del PIB de 0,8% anual entre 1998 y 2001, así como la reducción de la pobreza [2], y ser considerados como el país con la economía más estable de la región, surgieron problemas colaterales tales como el aumento de la desigualdad económica, la precarización laboral, la deficiencia de los sectores públicos, una migración descontrolada a la capital.
Esto nos lleva a reflexionar el impacto que ha tenido el modelo neoliberal y que se ve reflejado en un momento de crisis como el que atravesamos, donde vemos a un gobierno aprobando la ley de la “suspensión perfecta”, donde la especulación de precios y el acaparamiento de productos no son posibles de ser sancionados [3], donde el sistema privado de pensiones ha sido abusivo con sus aportantes. Pero no todo nuestros males son debidos a este modelo, sino que hay que sumarle otros problemas como la corrupción sistematizada, crisis política e ineficiencia en la gestión pública.
Es así que, destacados economistas han reflexionado sobre la situación del modelo económico para el diario Lucidez [4] , entre ellos se encuentra el economista peruano y presidente del Instituto Peruano de Economía, Roberto Abusada, quien aseguró que la economía peruana, a diferencia de lo que dicen algunos, “no tiene las características de un modelo plenamente liberal pues tiene un Estado que se mete en la vida de todos los individuos de una manera demasiado fuerte, que se mete con los emprendedores y con aquellos que quieren salvar su cotidiana supervivencia. Por eso es que el Perú tiene un nivel de informalidad anormalmente alto para su nivel de desarrollo”.
Por su parte, Alfredo Thorne, economista y exministro de Economía y Finanzas, afirma que la actual pandemia transformará nuestra economía a una basada en la innovación y que el modelo económico seguirá siendo el capitalismo; sin embargo, advierte que “su arquitectura de protección social tendrá que ser modificada” porque el que una minoría sea beneficiada puede llevarlo a su destrucción, por lo que “el Estado tendría que estar enfocado en el trabajador y no en el puesto de trabajo con el fin de inducir una mayor movilidad de factores y los recursos fluyan libremente entre capital y mano de obra”.
Asimismo, Michael Kuczynski, docente en la reconocida Universidad de Cambridge en el Reino Unido, hace énfasis en la responsabilidad que se le otorga al modelo neoliberal debido a la propagación del COVID-19 y sus efectos, y que para él no sería una afirmación correcta debido a que las consecuencias de una crisis sanitaria “obedecen a una dinámica mucho más sutil e inevitable que la dinámica de una etiqueta de doctrina económica”.
Esto nos da luces de las distintas opiniones de especializados, y las posibles medidas que se deberían adoptar. Asimismo, nos encontramos en un momento clave para analizar las fallas del modelo económico y replantearnos políticas económicas que sean sostenibles con el tiempo y que generen una mejor redistribución de la riqueza para palear de cierta manera los problemas que enfrentamos, además abre un espacio para que los actores sociales y políticos levanten propuestas en pro de las mayorías.
Autora: Maricielo Arauco Rengifo
[1] Gago, Verónica (2013) La razón neoliberal, Economías barrocas y pragmática popular. Tinta Limón. Buenos Aires: Argentina.
[2] https://gestion.pe/peru/peru-pais-mayor-reduccion-pobreza-multidimensional-ultima-decada-272889-noticia/
[3] https://gestion.pe/economia/especulacion-de-precios-y-acaparamiento-son-sancionables-en-el-peru-noticia/
[4] https://lucidez.pe/el-modelo-economico-y-el-coronavirus-las-reflexiones-de-tres-economistas/