¡Un minuto de silencio para honrar a los peruanos y peruanas que partieron a consecuencia de la pandemia, quienes estarán siempre en nuestro corazón y en nuestra memoria! Inicia un discurso un cansado presidente de la Nación, quien llevo a cuestas, decisiones producto de la coyuntura política, pero también del hábil azar de la vida.
¡Un minuto de silencio! Por aquella fallida prospección política de nuestros padres de la patria, por aquel voto electoral de las urnas del 26 de enero del 2020, en el que se pensó, se redimía la elección popular, con la que se creía sería un escenario acertado en el panóptico camino de la realidad nacional.
¡Un minuto de silencio! Por el esposo de Celia Capira y sus hijos, por el niño de dos años muerto, por aquellas provincias convulsionadas en conflictos mineros, producto de una ineficiente administración pública, y que ahora no tiene como esconder, más que los frutos que se pudo añadir al amparo de la corrupción en el Estado.
Ciertamente, este mensaje de la nación es dirigido por un presidente que llego a gobernar el Estado Peruano, en medio de un desatado juego de poder, que hoy 28 de julio dirige la vida de millones de peruanos, en medio de un virus que hace caer al más próximo de los próximos, es por ello que un acierto quizá es la buena intención de priorizar la vacuna contra el Covid – 19, y que prioritariamente se abastecerá de medicamentos de primer nivel, teniendo en cuenta la compleja consigna para conseguir dicha vacuna y que mucho tendrá que ver con el arte de negociación en el exterior. Teniendo buena voluntad, formulando el Pacto Perú, comprometiendo el trabajo a futuro en la salud mental publica, que ya viene teniendo menos cabos debido a la flagelante situación que le a tocado vivir a cada miembro de la sociedad de distinto modo y en diversos grados, no pudiendo negar que esta dista en la diferencia de clase social.
Por otro lado, la aceptación de la deficiencia en gestión pública, conlleva a que el Presidente de la nación proponga el trabajo de gobierno a gobierno, no sabiendo si ello será posible en un corto tramo puesto que dada nuestra situación atrás debería de quedar el pensamiento de prueba y ensayo; que el hambre, el pánico y la falta de recursos sigue avasallando a una sociedad decantada en dolor y sufrimiento tras un duro golpe mundial de salubridad, una sociedad que no teniendo claro a donde se emiten las decisiones de aquellos quienes dirigen gobernabilidad, no tienen otro medio que salir adelante día a día con ingenio e ímpetu.
El Pacto Perú al cual hoy hace referencia en el mensaje a la nación habla de temas coyunturales y actuales, pandemia, economía, género y educación pero deja muchas brechas, y cabos que con el tiempo también será difícil concatenar, es una situación infranqueable, puesto que se sitúa en prospecciones ideales, pero no en acciones reales, no esperamos que se caiga en decisiones cortoplacistas, pero si necesitamos una óptica de acción que marche en el camino, que se reaccione antes los problemas, que se admita francamente que el Perú tiene una crisis, no solo económica, si no de distante índole, laboral, salubre, educativa y social, etc.
La actualidad nos deja ver que el Estado Peruano, vivió un eterno retorno, mal prospectado, que cuando se necesito de la protección del estado a la integridad de cada individuo social esta no se dio, y si se dio no fue en términos que respondieran a los derechos humanos básicos de todo Estado Constitucional.
Mencionar, que el Perú a sus 199 años de republica independiente, esta golpeado al igual que otros países latinoamericanos, rememorar en esta crisis que el golpe es quizá más fuerte que el conflicto del pacifico en el cual se llegó a tener un PBI bajó 12,4% en promedio por año con una reducción de 48,5%, y la consigna de recuperación de 20 años.
Es sumamente importante denotar que en un gobierno en retirada es tan pandémico como un congreso populista, que nos puede llevar a décadas de atraso económico y social, por no sopesar protagónicos, que solo tienen beneficio de unos cuantos y no de todos en general, el Perú tiene una prospectada contracción de -12,8 % para el 2020, y aspira al 2022 surgir frente a esta crisis, pudiendo ser posible si francamente se trabaja en base a la realidad peruana y se deja aspiraciones poco solubles en la sociedad.
Finalmente, en estas fiestas patrias como Jano la esfinge, representado por dos caras, mirando hacia ambos lado de su perfil, las cuales presentan el pasado y el futuro, para concertar el presente, ¡Que viva el Perú!.
Autora: Lucero Condorena