“…un grupo va a morir en el hospital, y (en) eso no hay -en general- problema del manejo hospitalario. Otro grupo va a morir fuera del hospital. Ya sea en su domicilio o fuera del domicilio. (...) En la calle o en un albergue, o en un penal…”
Con ese comentario, el Ministro de Salud, Víctor Zamora, confirmó la dura situación por la que viene atravesando su sector frente al coronavirus. Asimismo, mencionó que se vienen semanas difíciles pero que el Gobierno tomó medidas rápidas para contenerla.
A pesar de los duros esfuerzos que viene aplicando el Gobierno para combatir la pandemia (COVID -19), como el cierre de fronteras, el aislamiento social, la inmovilización social obligatoria y los diversos bonos subsidiarios; hay una pandemia igual o peor, el hambre.
El confinamiento ha golpeado a los más vulnerables y ha dejado al descubierto la fragilidad de sus economías, pues gran parte de ese sector trabaja el día a día y ahora ellos solo dependen de las donaciones; es necesario decir, que los más afectados son aquellas familias peruanas que no han sido beneficiados por los dos bonos de 380 soles entregados a las familias más vulnerables, a los trabajadores independientes o informales y el bono universal.
En esta difícil situación en la que el Perú y el mundo se encuentra, sus habitantes viven el dilema de morir por hambre o por coronavirus, simplemente es una elección en donde solo hay dos opciones.
Después del último anuncio del presidente Martin Vizcarra establece que el estado de emergencia y el confinamiento se prolongan hasta el 10 de mayo, para muchas personas que no tienen estabilidad económica esta noticia cayó como un balde agua.
Tal es el caso de esta mujer iquiteña que se manifestó a un diario local “Soy una madre de familia con cuatro hijos. Ahora no sé ni qué darles de comer. Mis niños no se van a morir de coronavirus, se van a morir de hambre” Este es un grito desesperado de muchos más peruanos que están olvidados a su suerte.
El Gobierno y la sociedad dice: “Quédate en casa, no salgas” y “aliméntate bien para reforzar tu sistema inmunológico” pero ¿Cómo podrían estas personas que se encuentran en extrema pobreza quedarse en casa y alimentarse bien si no tienen los medios suficientes para sobrevivir?
Es muy probable que, si la gente no tiene ingresos, en vez de comprar alimentos de mayor calidad compre otros de bajo coste y que desde el punto de vista nutricional sean menos adecuado para mejorar sus defensas.
Esta es la realidad de tantas personas pobres, desempleadas y sin hogar que viven el presente y las dificultades que deben enfrentar para poder sobrevivir a esta pandemia es simplemente devastador
En suma, el virus parece, de momento, haber azotado con más fuerza los hogares más vulnerables. Este sector de la población no solo se enfrenta a la indiferencia del Gobierno y de la sociedad sino también están mas propensos a contraer el COVID 19.
Lo esencial seria mantener el suministro de alimentos y el acceso para todos, porque al final de una crisis sanitaria podemos enfrentar a otra alimentaria.
Fuente● Punto de fuga (2020) :“Mis niños no se van a morir de coronavirus, se van a morir de hambre”
https://cadenaser.com/programa/2020/04/10/punto_de_fuga/1586541150_315710.html
Autora:
- Brenda Pierina Huamaní Echevarria
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