La violencia hacia la mujer no es una realidad desconocida, más bien todo lo contrario. Sabemos que, a lo largo de sus vidas, las mujeres y las niñas sufren diversos tipos de violencia en todos los ámbitos: en el hogar, en el trabajo, en la escuela, en el ciberespacio, en la comunidad, en la política y entre otros. Esta violencia es tanto causa como consecuencia de la desigualdad y de la discriminación de género. Es así como ante la llegada de una pandemia se puede suponer que la violencia hacia la mujer va a disminuir en gran porcentaje o incluso puede desaparecer, dado que las mujeres y las niñas se van a encontrar en la esfera familiar y no en los hipotéticos casos donde la victima es la culpable, sea por su ropa o por el lugar donde estuvo, etc. Sin embargo, las estadísticas del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulneradas (MIMP) reflejan todo lo contrario, el aislamiento social obligatorio intensificó el riesgo de violencia doméstica.
Dicho de otro modo, en cuanto al confinamiento, a la cuarentena y a las medidas restrictivas adoptadas por el Gobierno para luchar contra el COVID – 19, se ha reflejado el aumento drástico del número de mujeres y niñas que se enfrentan a abusos, muchas de ellas se ven atrapadas y vulneradas por sus parejas tanto psicológicamente como físicamente, en teoría en el lugar “donde deberían estar más seguras no lo están “.
Siendo así que, en los primeros días del estado de emergencia, la línea 100, de servicio de ayuda del Ministerio de la Mujer colapso, registrando 600 llamadas de violencia contra la mujer y de ese total solo se atendieron 168 casos.
No se puede justificar la violencia con la combinación de las presiones económicas y sociales provocadas por la pandemia, así como tampoco por las restricciones de movimiento. El perpetrador se envalentona por estas medidas ya que le proporciona poder y control adicional sobre su víctima; siendo así que, es necesario que el Gobierno y la comunidad trabajen en conjunto frente a estos casos, mediante las alertar S.O.S.
Estar casi expuesta por 24 horas con el agresor y que las líneas de ayuda que te brinda el Estado están saturadas o son poco eficaces y eficientes, debe ser motivo suficiente para generar esas alertas; es decir, crear canales mas cercanos con tu misma comunidad a través de las redes sociales o mediante alguna seña en común.
Medidas que ayuden a combatir la violencia contra la mujer y las niñas se deben evaluar, innovar e implementar periódicamente ya que pueden suceder estos casos fortuitos e inesperados y las autoridades competentes no tienen un plan de respaldo para combatir este tipo de situaciones.
En suma, es claro que el Estado está haciendo esfuerzos significativos para abordar la amenaza del COVID 19, pero no debe dejar atrás a las mujeres y a las niñas víctimas de violencia doméstica, ya que esto podría conducir a un aumento de la violencia e incluir feminicidios. Asimismo, estar en tu casa no debe ser sinónimo de miedo y abuso, debe ser sinónimo de seguridad.
Fuentes
• RPP
( https://rpp.pe/peru/actualidad/estado-de-emergencia-coronavirus-en-peru-la-linea-100-del-mimp-recibio-600-llamadas-de-violencia-familiar-noticia-1254129)
• La Mula (2020) La otra pandemia: Violencia en el hogar en tiempos de cuarentena. https://www.pe.undp.org/content/peru/es/home/presscenter/articles/2020/la-otra-pandemia--violencia-en-el-hogar-en-tiempos-de-cuarentena.html
• Infobae (2020) Que hacer en caso de sufrir violencia familiar: https://www.infobae.com/america/mexico/2020/04/21/coronavirus-en-mexico-que-hacer-en-caso-de-sufrir-violencia-intrafamiliar/
• Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulneradas - Programa Nacional para la prevención y erradicación de la violencia contra las Mujeres e Integrantes del Grupo Familiar :https://www.mimp.gob.pe/contigo/contenidos/pncontigo-articulos.php?codigo=36
Autora:
- Brenda Pierina Huamaní Echevarria
- Brenda Pierina Huamaní Echevarria
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